Mateo 14
23 Despedida la
        multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche,
        estaba allí solo.
        
        
La oración es el medio por el cual nos acercamos
        a la presencia de Dios y podemos tener comunión con El. 
        La Biblia nos ordena en muchas ocasiones a orar. 
        Se nos dice que la oración debe ser parte de la vida del
        Cristiano.  Dios desea que
        sus hijos le busquen en oración.  Una
        forma de orar muy eficaz es la oración en grupo. 
        En varias ocasiones se presentan ejemplos de personas que oraron
        unidos como grupo.  Un
        ejemplo perfecto es el día de Pentecostés, cuando estaban todos unánimes
        en oración. “Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego,
        con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos. (Hechos
        1:14) 
Después
        de esto, los discípulos acostumbraban a orar unidos.  En el Segundo capitulo de Hechos leemos “Así que, los que
        recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como
        tres mil personas. 42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles,
        en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las
        oraciones”  (Hechos
        2:41-42.)  Sin duda la oración en grupo es de mucho
        beneficio a los creyentes y Dios hace grandes obras en su pueblo cuando
        este ora en grupo. 
Otra forma de oración la cual es muy eficaz, es
        la oración en pareja.  En
        ocasiones, también existe la necesidad de orar acompañado de otro
        compañero que esté de acuerdo con uno para pedir a Dios. Jesús dijo
        “Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo
        en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por
        mi Padre que está en los cielos” (Mateo 18:19.) 
        Al igual que la oración congregacional o en grupo, la oración
        en compañerismo Cristiano con dos o tres hermanos, es de grande
        importancia en la vida de los creyentes.  La oración con un compañero o compañera en la fe da un
        sentido de fuerza, hermandad y comunión cristiano que no puede ser
        grande edificación a la vida espiritual. 
Aunque
        muchas veces participamos de las oraciones en grupo, y quizás otras
        veces en compañía o acuerdo con otra persona, tendemos a descuidar el
        llamado a estar a solas con Dios en oración. 
        Pero es muy necesario orar a solas.   
        
        
Jesús y los Creyentes del Pasado oraban solos
Jesucristo
        acostumbraba a irse lejos de la multitud para estar a solas.  
        Después de ser bautizado, Jesús se fue solo al desierto. 
        Allí pasó tiempo en comunión con Dios. 
        Cuando los judíos lo quisieron hacer rey, en contra del plan
        divino, Jesús se fue de ellos a un monte donde estuvo a solas con Dios. 
Hombres
        como Job, Elías, David, Daniel oraban solos. 
        Pasaban tiempo con Dios a solas en la oración.  Mujeres como Ana la madre de Samuel, se nos dice que se fue
        sola al templo a orar a Dios.  Estos
        ejemplos no deben ser pasados por alto o ignorados. 
        Son ejemplos de gran importancia los cuales debiéramos tomar
        como patrón en nuestras vidas, pero lo más importante de la oración a
        solas con Dios, no es solo el ejemplo de estos hombres y mujeres de Dios
        sino el hecho de que Cristo nos ordenó ‘orar a solas’. 
        
        
        
Jesús dijo que debíamos orar solos
La oración a solas es importante en la vida de los que buscan a Dios. Y Dios busca personas que estén dispuestas a buscarle no solo en público o acompañados sino también ‘a solas…’. En el sermón del monte Jesús dijo: 6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. (Mateo 6:6.)
Esas palabras de Jesús, más que una simple
        recomendación ó consejo son un importante mandamiento. 
        A veces estamos muy dispuestos a orar en grupo de forma pública
        y congregacional, no tenemos problemas en orar junto con otro cristiano
        que nos pida tal cosa, pero la oración a solas se nos hace muy difícil. 
        ?Porqué será?  Creo
        que la oración a solas es la más importante de todas las oraciones que
        un Cristiano pueda hacer.  Los
        momentos a solas con Dios tienen un gran impacto en la vida del creyente. 
        Existen ciertas cosas que hacen del orar a solas un acto de
        importancia especial.  A
        continuación listaremos brevemente algunos de estos beneficios. 
        
        
I. Importancia de Orar a solas…
a.      
        Es indicación de humildad: La oración a solas, es indicio de
        humildad.  Cuando oramos a
        solas solamente Dios nos puede ver, nadie puede ni ver ni oír lo que
        pedimos.  En contraste a los
        arrogantes y orgullosos que les gustaba orar en público “para ser
        vistos por los hombres”, Jesús nos dio a entender que los que oran en
        secreto “a solas con Dios”, son personas humildes de espíritu, de
        ellos es el reino de los cielos.  Hace
        falta humildad para sin que nadie lo sepa, ir de rodillas a Dios y
        derramar nuestro corazón ante Él. 
        En público todos oran, hasta los pecadores, pero en secreto,
        solo los humildes oran. 
b.     
        Es indicación de compromiso: Cuando oramos a solas esto nos deja
        ver el nivel de compromiso que tenemos con Dios. 
        Solamente los que están comprometidos con Dios oran a solas. 
        Solamente los que buscan ser guiados por Dios sacan tiempo para
        buscar su guía en oración.  Los que están comprometidos con Dios, no-solo oran ‘a
        solas’ en tiempo de necesidad y en momentos difíciles de la vida sino
        que tienen una comunión con Dios siempre. Aun cuando las cosas van bien,
        “en viento en popa y a toda vela..” 
        Si se busca a Dios en oración solamente cuando las cosas marchan
        mal, esto nos indica que no existe un compromiso verdadero con Dios.
c.      
        Privacidad: La oración puede ser un acto público pero aun más
        que público debe ser un acto privado. 
        Cuando oramos a solas podemos abrir nuestro corazón a Dios y
        derramar nuestra alma delante de Él sin temor a que alguien esté
        escuchando lo que decimos.  Cuando
        un hijo de Dios le busca en el secreto de la soledad ni el mismo Diablo
        puede intervenir en su oración.
Mateo 6 (Lc. 11.2-4) 
        
        
Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a
        tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te
        recompensará en público.  
Allí podemos abrir nuestro corazón no solo para
        hacer peticiones por ‘cosas’ sino para hablar claramente a Dios
        sobre nuestras debilidades y la necesidad que tenemos de su fortaleza y
        su ayuda.
Salmos 5 
        
        
2 Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío
        y Dios mío,     Porque a ti oraré.  3
        Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante
        de ti, y esperaré.  4 Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; El
        malo no habitará junto a ti.
En la soledad con Dios podemos alabar su nombre,
        exaltarle y hablarle con todo nuestro corazón dejándole saber lo que
        sentimos por él.  Nuestra
        confianza y fe se hacen claras cuando estamos a solas con nuestro Dios. 
d.     
        Para enfrentar momentos difíciles 
        
        
En Getsemaní, Jesús se apartó de los discípulos
        para orar a solas.  La
        situación la cual tenía delante requería que él estuviera a solas
        con su Padre.  Se enfrentaría
        al momento más difícil de su ministerio en la tierra. 
        Sería entregado para ser azotado y finalmente crucificado.  Pero a solas con Dios, Jesús consiguió la fortaleza
        necesaria para someterse a la voluntad del Padre. 
        Que buen ejemplo para nosotros cuando somos tentados el recorrer
        ‘a solas’ hacia nuestro Padre para que nos socorra en la tentación
        y la prueba. 
Hebreos 4 
        
        
 16 Acerquémonos, pues, confiadamente
        al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para
        el oportuno Socorro.
e.     
        Para tomar decisiones importantes 
Cuando tenemos que tomar
        decisiones de importancia.Decisiones que van más allá del trato diario,
        es importante sacar tiempo para buscar la guía de Dios en oración a
        solas.  Cuando Jesús fue a escoger sus doce discípulos y marcar
        el comienzo de su ministerio público, edificando el reino de Dios y
        preparando a los hombres que habrían de tomar el control después que
        el se fuera, Cristo sacó tiempo para orar…. ¡A solas!
Lucas 6 (Mt. 10.1-4;
        Mr. 3.13-19) 
        
        
 12 En aquellos días él
        fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. 13
        Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de
        ellos, a los cuales también llamó apóstoles: 14 a Simón,
        a quien también llamó Pedro, a Andrés su hermano, Jacobo y Juan,
        Felipe y Bartolomé, 15 Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo,
        Simón llamado Zelote, 16 Judas hermano de Jacobo, y Judas
        Iscariote, que llegó a ser el traidor.  
Decisiones matrimoniales, asuntos de negocios,
        inversiones, decisiones sobre el ministerio, decisiones como el cambiar
        de casa, de Iglesia o de trabajo y otras cosas de importancia deben de
        ser siempre tratadas a solas con Dios. 
f.       
        Es agradable a Dios: Cuando la persona toma tiempo para estar
        ‘a solas’ con Dios en oración ó meditación, Dios le mira con
        agrado. Dios que ve en secreto…
Mateo 6 (Lc. 11.2-4) 
        
        
…Y tu Padre que ve en lo secreto te
        recompensará en público.
Esta frase “y tu Padre que ve en secreto”, nos dice
        mucho.  De la misma manera
        que nosotros como padres, nos gusta tener una relación y momentos a
        solas con nuestros hijos, así también Dios busca una relación
        individual con sus hijos.  A
        Él le interesa que usted y yo vayamos a buscar su rostro “a solas”
        con Él.  Debemos buscarle
        como verdaderos adoradores (Juan 4), que adoran en espíritu y en verdad. 
        Dios desea tales adoradores que le busquen ‘en secreto’, que
        estén dispuestos a dejar por un momento todo el bullicio del mundo y
        las distracciones de la vida para pasar un rato en secreto con su Padre. 
g.     
        Produce la mayor recompensa 
        
        
La recompense de los que buscan la Gloria de los
        hombres es  corta y pasajera,
        pero el galardón de los que buscan a Dios en lo secreto es grande y
        poderoso.  Las grandes
        batallas y los grandes logros públicos se ganan en no a la vista de
        todos sino en lo secreto de nuestra relación con Dios. 
        David, El Salmista oraba en secreto y confiaba en
        que Dios le daría una recompensa pública… 
Salmos 55 
        
        
16 En cuanto a mí,
        a Dios clamaré; Y Jehová me salvará. 17 Tarde y mañana y
        a mediodía oraré y clamaré, Y él oirá mi voz. 18 Él
        redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí, Aunque contra mí haya
        muchos. 19 Dios oirá, y los quebrantará luego, El que
        permanece desde la antigüedad; Por cuanto no cambian. 
Elías, un hombre sujeto a pasiones como las nuestras, tenía
        una relación con Dios la cual le fue recompensada públicamente. 
        En 1 Reyes 18 cuando estaba frente a los sacerdotes de Baal, Elías
        disfrutó de una grande Victoria pública. 
        Dios respondió su corta oración instantáneamente. 
        Fuego bajo del cielo y consumió el holocausto y el agua en
        presencia de todos.  Elías
        conocía a su Dios porque pasaba tiempo a solas con Él. 
Santiago 5 
        
        
La oración eficaz del justo puede mucho. 17 Elías era hombre
        sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para
        que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis
        meses. (1)
        18 Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra
        produjo su fruto.
No tengo nada en contra de hacer oraciones antes de
        comenzar a predicar y a veces yo mismo oro en público antes de predicar. 
        Pero me llama la atención aquellas personas que antes de
        predicar se pasan diez o quince minutos ó más orando y reprendiendo
        los demonios, limpiando los aires y echando fuera malicias repitiendo
        con fuerza una y otra vez que Dios pase un fuego ó carbón por sus
        labios y que queme la inmundicia.  Creo
        que esa oración es importante, pero el hombre de Dios debe de hacer esa
        oración a solas con Él.  Cuando
        se para una persona frente a la congregación a predicar es a predicar. 
        Sé que hay situaciones donde el ambiente requiere tales
        oraciones y el Espíritu Santo nos dirige a eso, pero creo no siempre ha
        de ser así.  Ciertamente Elías
        no hizo una larga oración ni limpió los aires y pasó un carbón por
        sus labios delante de los profetas de Baal. 
        El simplemente oró una corta oración y Dios contestó. 
        Ya Elías había pasado tiempo a solas con Dios.   
        
        
Daniel fue recompensado públicamente cuando fue acusado
        injustamente por los hombres de Babilonia… 
     Daniel 6
        
        
        
 10 Cuando Daniel
        supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas
        las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba
        tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo
        solía hacer antes.  
Daniel era un hombre de oración diaria, tres veces al
        día.  Aún cuando estaba
        ocupado en su vida política en un reino extranjero. 
        Aun sabiendo que era en contra de la ley de los hombres, Daniel
        permaneció firme en su decisión de pasar momentos a solas con su Dios.  ¡Dios le recompensó! 
 Finalmente recordamos a la fiel Ana, la madre de
        Samuel quien fue recompensada en público por haber buscado a Dios a
        solas! Dios le concedió el hijo que tanto deseaba y todos, incluyendo a
        Elí quien la acusó de ebria pudo ver la recompensa de Ana.  
Podemos estar seguros de que cuando buscamos a Dios en
        oración, Él nos recompensará.  Dios
        se interesa en ‘recompensar’ sus hijos. “…Y tu Padre que ve
        en lo secreto te recompensará en público. (Mateo 6:6)” 
        En la carta a los Hebreos 11:6 se nos dice que Dios es
        ‘galardonador de los que le buscan”. 
        No temamos saber que nuestro Padre ‘ve en lo secreto’. 
        Dios ve nuestro corazón y dice Cristo que el no fallará en
        recompensarnos públicamente. 
La
        Necesidad de Orar… ¡A solas! 
        
        
Volviendo al texto que hemos
        tomado para este mensaje, quiero hacer notar cuatro cosas importantes
        con respecto al tema que estamos tratando. 
        Las acciones de Jesús nos dan una indicación clara de como
        proceder para buscar el rostro de Dios. 
        “Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y
        cuando llegó la noche, estaba allí solo” (Mateo 14:23.)  Veamos los pasos… 
1.      
        Despida la multitud 
        
        
Cuando queremos estar a solas con Dios y nos hemos
        propuesto hacerlo, debemos de comenzar por ‘despedir la multitud’. 
        Eso significa que debemos de buscar el tiempo donde podamos estar
        solos sin la molestia de nadie.  A
        veces hasta los seres más cercanos y queridos a nosotros, pueden ser
        estorbo para nuestro momento a solas con Dios. 
        Cristo no solo despidió a la multitud sino que antes de eso. 
        Jesús despidió a sus apóstoles, antes de despedir la multitud. 
        Después de esto, estaba solo, sin la multitud y sin los apóstoles. 
 2.       Suba
        al monte 
        
        
Después de estar solo, Jesús subió al monte. 
        Esto es importante en nuestra vida. 
        El monte representa la presencia de Dios. 
        En la carta a los Hebreos se nos dice que los creyentes en Cristo
        tenemos acceso directo a la presencia de Dios, al monte de Sion en los
        cielos. “Si no que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad
        del Dios vivo, Jerusalén la celestial…”( Hebreos 12:2) 
Ya la Sion no es terrenal sino celestial. 
        Usted puede “subir al monte” donde quiera que se encuentre. 
        En su tiempo libre de almuerzo, en su cuarto en la noche, en una
        esquina de su casa en la madrugada o en el patio de su casa. 
        No importa donde usted se encuentre y donde escoja estar a solas
        con Dios, allí usted podrá “subir al monte de Sion”. 
        El asunto no es donde usted se encuentra sino que ‘suba al
        monte’, una vez allí… “ore aparte”. 
3.      
        Enfrente la noche 
        
        
Es interesante que en nuestra vida han de venir
        adversidades de distintos tipos.  Dios
        no nos ha prometido un camino de rosas, al contrario, nos ha dicho “en
        el mundo tendréis aflicción”.  Las
        aflicciones pueden ser oscuras como la noche. Sabemos que normalmente
        cuando más difícil es la situación, más solo nos encontramos. 
        Jesús se encontró solo en medió de la noche, pero no estaba
        solo, estaba en el monte, y estaba con Dios. 
4.      
        ¡Triunfe! 
        
        
El contexto de la historia nos dice que aquella noche
        no era normal, era una noche tempestuosa. 
        Pero Jesús había pasado tiempo ‘a solas’ con su Padre. 
        Y cuando bajó del monte, encontró que el viento era contrario. 
        Las olas se levantaban violentamente pero Jesús… ¡Caminó
        sobre las aguas!  Si
        usted pasa tiempo ‘a solas’ con Dios, si busca su rostro en la
        soledad de su presencia, si ha subido al monte de Sion en los cielos,
        usted también podrá, como Jesús, bajar del monte, enfrentar la
        oscuridad de la noche y caminar sobre las olas de adversidad que se
        levantan contra su vida.
        
        
        
        
Mateo 6
        
        
5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas;
        porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de
        las calles, para ser vistos de los hombres;(1)
        de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 6 Mas tú,
        cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta,(2)
        ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te
        recompensará en público.  7
        Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan
        que por su palabrería serán oídos.
        
        
Copyright / derechos ©2003 Jorge L. Trujillo
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